A pesar de la perspectiva esperanzadora de 2023 desde el punto de vista político de América Latina, esta región enfrentará un año desafiante en el futuro debido al lento crecimiento y la alta inflación. Lugares como Brasil, México, Colombia y Perú se han enfrentado a la incertidumbre global desde el comienzo de Covid y es probable que experimenten una disminución en su nivel de vida este año.

En Brasil, el nuevo presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, es parte del Partido de los Trabajadores, un partido político brasileño de centro-izquierda a izquierda. El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, era un populista de derecha que unió a la gente detrás de ideas conservadoras similares a las que vemos en Estados Unidos. También como los Estados Unidos, Brasil se encuentra en un momento de transición de un partido conservador a uno liberal y espera que sea pacífico.

El nuevo presidente izquierdista de Colombia, Gustavo Petro, fue elegido en el verano de 2022 con el apoyo del partido liberal. Su mayor logro hasta ahora fue cómo estableció comunicaciones con Venezuela, con quien Colombia ha estado en desacuerdo desde siempre, pero especialmente en los últimos tres años. Una de las principales cosas que Gustavo está tratando de hacer actualmente es aumentar la cantidad de personas que pagan impuestos sobre la renta para poder modernizar el país y mejorar la infraestructura, entre otras cosas. Actualmente, solo el 5% de las personas en Colombia paga impuestos sobre la renta.

Los últimos cuatro presidentes peruanos en ser elegidos fueron destituidos u obligados a renunciar. El último presidente de Perú, Pedro Castillo, fue acusado y arrestado en diciembre. Desde entonces, el país ha sido un caos de protestas. Los manifestantes bloquearon carreteras, cerraron aeropuertos, incendiaron estaciones de policía y bloquearon operaciones mineras, y la policía está respondiendo con fuerza letal. La actual presidenta es Dina Boluarte, exvicepresidenta de Pedro Castillo. Estas protestas son las más violentas en la historia reciente de América Latina. 

México, por otro lado, espera mucho por venir en el futuro cercano. Actualmente, el país se presenta como una alternativa a los países asiáticos, un lugar más cercano y económico para construir plantas y fábricas. Con suerte, esto traerá mucho dinero y levantará el país. Del mismo modo, BMW planea invertir 870 millones de dólares para impulsar el movimiento EV y Tesla construirá una nueva planta de Tesla en el norte de México, supuestamente del doble del tamaño de la de Texas. El año pasado atrajo más dinero extranjero que nunca, y aunque México todavía está empobrecido, el camino por delante se ve prometedor.

             A pesar de los diferentes eventos que suceden en estos países, todos tienen problemas similares más grandes que abordar. Principalmente, la lucha por recaudar impuestos para financiar el gobierno, la población empobrecida, la política dura y las protestas. El 32% de todas las personas en los países de América Latina vive en la pobreza en comparación con el 30% antes de Covid. Si bien puede no parecer una gran diferencia, significa algo extremo para cada uno de estos países. La lucha en este momento es descubrir cómo pueden sacar lo mejor de su situación y ayudar a aquellos que están luchando.